viernes, 21 de septiembre de 2012

Sergio Aguilar: «Madrid comprende perfectamente mi toreo»



Lo dijo Juan Belmonte, «En la vida se torea como se es». Pocas afirmaciones son tan representativas como en el caso del madrileño Sergio Aguilar. De toreo largo y profundo, lleva el canon de la pureza hasta las últimas consecuencias. Y a su vez tranquilo, pausado, reflexionando al término de cada pregunta. El domingo se enfrenta a una cita clave en Madrid. En los pasillos de Las Ventas todavía resuenan los soberbios naturales que pegó en la Goyesca del 2 de mayo.

-Tal y como están las cosas, torear en Madrid es el mejor escaparate.
-Esta temporada no está siendo nada fácil arreglar contratos, para los toreros en mi situación Madrid es la única solución. Espero que el encierro de José Luis Pereda permita expresarme, porque a veces he venido a Las Ventas con corridas de pocas garantías. Hasta que no salga el toro nunca se sabe, pero tengo mucha esperanza.

-¿Por qué no tuvo repercusión la tarde del 2 de mayo?
-Es algo que nunca me he explicado. Tuve una actuación muy seria con dos toros que no me dieron muchas opciones y todo el mundo salió hablando muy bien. Lo preocupante es que no se ha traducido en más contratos y en la posibilidad de haber entrado en otras plazas. Aún así, el domingo espero mejorarlo.

-Por ejemplo, no pudo entrar en San Isidro un torero tan querido en Madrid.
-Esa tarde fue muy rotunda, pero estaba la feria cerrada. Lo pasado, pasado está. Lo importante es que tengo mucha ilusión, hay que mirar al futuro.

-¿Cómo lleva la temporada?
-Me encuentro muy seguro porque me están saliendo las cosas bien. Aunque dependemos del toro, las sensaciones son muy buenas y en cuanto haya un toro lo podré aprovechar como ha sucedido en muchos sitios.

-Tan sólo ha toreado seis festejos esta temporada, ¿Cómo esta viviendo la reducción de festejos?

-No es agradable estar tanto tiempo parado, no queda otra que aceptarlo y seguir en tu linea. Tengo claro el camino que debo seguir, se me tiene que respetar como torero en las plazas en las que estoy anunciado. Por eso estoy toreando poco pero con garantías. Verte anunciado en Madrid te transmite ilusión y te permite pensar que el camino se va a despejar con esa actuación.

-En Francia suelen darse cuenta antes de los toreros de más proyección.
-Allí hay muchas plazas en las que existen comisiones. El sistema es otro y el que está bien lo repiten. Suelen fijarse en toreros jóvenes y tuve la fortuna de que lo hicieran en mí cuando empezaba. Y como respondía, me volvían a poner. Poco a poco vas ganándote el puesto. Esta gestión se traduce también en plazas llenas. Por ejemplo, en Dax toreé con Diego Urdiales y Juan del Álamo con «No hay billetes» en un cartel en el que en España no llenaríamos ni una plaza. Es un ejemplo de gestión.

-¿Un torero de su concepto, puro y sin alardes a la galería, puede en ocasiones ser frío para el tendido?
-Por eso torear de Madrid ilusiona tanto. Allí entienden mi toreo perfectamente porque son muy aficionados, como en Francia. Pero también en otras plazas, el año pasado pude entrar en Andalucía y realizando mi toreo pude cortar muchas orejas. Creo que si tiene cabida en muchos sitios.

-En el recuerdo estará la grave cornada a Fernando Cruz.

-Se me pusieron los pelos de punta cuando me enteré. Sentí una mezcla de rabia e impotencia... Porque es un torero que siempre que le han dejado ha dado la cara. yo le considero uno de los que debería estar en otra posición. La cornada es otro duro golpe a la lucha personal que lleva toda su vida. Ser torero te obliga a dejar mucho en el camino y fíjate lo que se ha llevado. Hablé hace dos días con él y estaba muy ilusionado porque le habían salido las cosas muy bien en el campo. Duele sentir tan cerca la cara más amarga del toreo.

Entrevista publicada 16/8/2012 en La Razón.