jueves, 25 de febrero de 2010

La torería de la afición


-¿Qué es la torería?
-¿Y tu me lo preguntas?
-La torería es…

Este podría ser el comienzo de una famosa poesía de cuyo nombre no quiero acordarme. Este inacabada porque el termino torería es muy complejo de definir y más aún el poder verlo en los ruedos en la época que nos a tocado vivir.
La torería debería aprenderse en todas las escuelas en las que forman a los futuros toreros. Pero, ¿La torería se hace o se nace?
¿Por qué esta reflexión? Por el cabreo con el que salí del Palacio de Vistalegre el pasado domingo cuando fui a ver a la terna de los jóvenes.
La torería comienza desde el paseíllo que debe ser pausado, caminando, respirando, recreándose en un momento tan especial. No como el que va paseando o haciendo los 100 metros lisos, eso NO es torería.
Quitarse la montera a la primera de cambio como si le quemara en la cabeza tampoco lo es. Es intolerable que un matador de toros se quite la montera antes de entrar al burladero al cambio de tercio de un compañero. Un gesto que debería escandalizar pero que es muy común en la actualidad. Aunque hay que reconocer que en la excepción reside la norma y da gusto ver al toricantano Javier Cortés como aguantaba, montera en cabeza, la lidia de su toro en banderillas caminaba toreramente al centro del ruedo y allí se la quitaba para brindar al respetable, eso SI es torería.
Como tampoco es torería celebrar una corrida en una cancha de baloncesto como parecía aquello con las pantallas gigantes del videomarcador emitiendo imágenes el Digital Plus y durante la lidia de los toros ponía el nombre del torero y datos de la cuadrilla. Una plaza donde no hay sol ni moscas deja mucho que desear, pero todo sea por ver toros a destiempo.

Caso aparte se merece el (poco) público que se suponía aficionado que asistió al festejo. Me explico. ¿Alguien ve lógico que se aplauda cuando un toro da una vuelta de campana saliendo del peto del picador?, ¿Es normal que se escuche un “oooh” cuando la montera cae boca arriba al brindar al público y aplaudir (de las ovaciones mas fuertes de la tarde) cuando la da la vuelta para que dé “suerte”?, ¿Y lo de aplaudir a todos los toros (mansos, flojos, descastados) en el arrastre?, ¿Y, claro esta, palmitas a los toreros aunque hayan matado al sexto pinchazo?, ¿Esta es la afición de Madrid que se presuponía que estaba en la plaza? Pues que vengan y me lo expliquen.

Prefería centrarme en estos “detalles” antes que describir lo que sucedió en el festejo ya que se puede acudir a cualquier medio o revista que lo hará mejor que un servidor. Me parecía más interesante denunciar estos problemas que atañen a la fiesta de hoy.

lunes, 22 de febrero de 2010

¡Que no me la toquen! (introducción del primer programa de radio)


Somos dos estudiantes que tenemos una extraña afición. Mucha gente no pude entender como nos puede gustar (amar diría yo) un espectáculo así.

¿Así?, ¿Cómo puede se definir? Unos dicen que es una barbaridad, un show atroz y violento entre otras muchas calumnias, otros afirman que es un arte, un sentimiento, vivir las 24 horas del día por y para este bello animal.

Además, la fiesta posee un valor ecológico indiscutible ya que este sector se extiende en más de 400.000 hectáreas que no serían económicamente sostenible si este espectáculo se prohibiera y veríamos como la especulación acecharía en cualquier parte de la dehesa española tan valorada y defendida por esos que visten de verde.

¿Qué otro espectáculo es capaz de poner los vellos de punta con un solo gesto o con un pase? Esa unión entre el protagonista y el público, simbiosis podría ser, no se produce en cualquier otro lugar.

Gente… esa gente que no nos permite disfrutar de una afición con la que no hacemos daño a nadie y que nos lo quieren prohibir imponiéndonos un decreto ley con el cual nos reduciría las libertades.

La libertad, esa gran palabra que lleva consigo que todos podamos ser iguales, que nadie me pregunte que de donde vengo o a donde voy y que tanto ha costado conseguir a lo largo de la historia y que una pandilla de… gente nos quiere arrebatar.

Por último, esta fiesta ha suscitado infinidad de creaciones culturales de indudable categoría: poemas, novelas, comedias, ensayos, pinturas, esculturas, flamenco, canciones populares, películas.

Por cierto, no nos hemos presentado, a mi lado está Luís Gutiérrez y un servidor Marcos Sanchidrián, estamos en UEMCOM Radio y somos aficionados a los toros.

Esto es Todos a los toros.