Si cortas una oreja en cada toro, puerta grande. Pero esas orejas se pueden cortar con mucha fuerza, si estas por encima de dos toros de mala condición, jugándote las femorales y rematando con un estoconazo. Ya no es así, las orejas ya no tienen valor. Incluso estando por debajo de un toro excepcional, puedes cortar una oreja que te abra una hoja de la Puerta Grande. Y este año ya ha habido dos casos. Este año Madrid, es menos Madrid que nunca. Día a día lo está demostrando más.
El quinto, un sobrero de Carmen Segovia, que llevaba media altura logró arrancarle tandas con muy buenas maneras, componiendo la figura, pero nunca llegó a ese clímax como para darle una oreja. Si, mató de una estocada que a lo mejor caldeó el ambiente.
A principios de temporada ya vi una corrida de Peñajara en Valdemorillo y me encantó porque tuvo continuidad en los 6, emoción y dos toros excelentes. Pero nunca te puedes imaginar que vaya a saltar uno así en Las Ventas. Uno de esos con los que sueñas durante el invierno y que puede arreglarte la temporada. Y sus deseos se convirtieron en realidad. “Rodalito” de nombre, que estará en el run-run de la plaza hasta que concedan los premios.
No se puede embestir mejor, con más clase, más alegría y más son. Todo por abajo, haciendo un surco a la arena con el hocico, impresionante. Una manera de embestir que nunca se olvida. Por encima de las excusas del viento y de que se apretaba. Porque si por la izquierda molestaba el viento, embestía igual o mejor por el pitón derecho. Un caramelito, al que había que haber exprimido y, por supuesto, cortarle las orejas. Y concedieron una y dudando.
A Cesar Jiménez se le vio dispuesto, toreando en alguna ocasión con la cintura rota. Por lo que podemos deducir que hizo todo lo que pudo/supo delante de ese animal que tenía mucho más. Por lo que es para pensárselo. Quizá con algo más de ajuste, pasándoselos por la barriga… Pero son creiques y pensaques que no nos llevan a ningún lado. La única realidad la cuenta “Rodalito”, un toro que sigue embistiendo allí donde esté.
Eugenio de Mora es un torero abonado a San Isidro, aunque su toreo no merezca tal calibre. Conformado/conformista con un circuito circunscrito en La Mancha, con corridas poco sostenibles. Durante estos años ha sido capitán general, pero la crisis aprieta y esas corridas se acaban. En cuanto a lo de hoy, un lote muy complicado, con el primero que buscaba las piernas del toledano constantemente y el cuarto que no dejaba de dar cabezazos. Casi inservibles. Dos prendas.
Con 9 corridas en su trayectoria, Javier Cortés tiene ganas y condiciones. Pero, como es normal, está verde. Con un lote a la contra estuvo valeroso, también tiene que aprender a matarlos.