jueves, 17 de noviembre de 2011

Renovarse o morir


Que nadie confía en el sistema, está más que comprobado. Que no funciona, también. Pero sigue ahí, como impuesto. Los que ganan (en todos los aspectos) no quieren bajarse de la burra, pero a los que perjudica no hacen nada por cambiarlo. Aún así, hay veces que nos quita la razón y le da por funcionar, por ejemplo con Iván Fandiño y David Mora, que los ha puesto en las ferias gracias a sus buenas actuaciones tarde tras tarde. Quizá con años de retraso. O no, la madurez siempre es un grado.

Otras veces, la mayoría, no es capaz de dar la talla. Repasando el escalafón, asuste ver a los matadores, novilleros y ganaderías que deberían ocupar otro sitio en este mundo. No digo hacer historia, ni mandar en el torero, pero se necesita de una clase media de calidad y no mediocre, porque haberla hayla. Ya se empieza a estar cansados de ver cientos de carteles construidos con los mismos mimbres. Ferias largas donde las figuras repiten dos y tres veces ya es abusar, ¡Hace falta innovación!

Muchas veces, queremos cambiar el mundo pero no se dan ideas para intentar solucionar los problemas. Aquí voy a dar nombres de futuro, para tomar nota y guardarla. Toreros buenos que están ocultos por culpa de la puta crisis. O quizá perdieron su oportunidad, por qué no decirlo. Nombres como Sergio Aguilar, Javier Cortés, José Luis Moreno (¡desapareció sin despedirse!), José Carlos Venegas, Ambel Posada, Paulita, Octavio Chacón, Andrés Palacios, Fernando Cruz, Jasé Calvo, Tomás Sánchez, Antonio Nazaré, José Manuel Mas, Sergio Serrano, Agustín de Espartinas, Javier Herrero… ¡Con que despuntaran tres!

Caso aparte se merece el de Diego Urdiales. Trabajó muchos años incluso de pintor, pero sin perder la ilusión, entrenando en los descansos, soñando la faena que le llegó en Logroño indultando un Victorino. Temporada tras temporada se reivindica pero si le falla Madrid, por falta de suerte, se reventó la temporada… Que injusto que Urdiales sea tratado como un torero del norte, porque cuando se encaja y estira el brazo, parece uno de los Califas cordobeses.

Hay nombres, juventud o veteranos, pero lo importante es que todos son novedad. Juan Mora fue novedad con más de veinte años de alternativa. Eso sí, ya no pueden dejar escapar otra oportunidad. Si consiguen llegar, no pueden dejarlo escapar.

2 comentarios:

Cristina dijo...

Toda la razón. Es una vergüenza que no den oportunidades a muchos toreros que son buenísimos y que no los conoce ni Dios. Yo antes no sabía quien era David Mora, hasta no hace mucho, y cuando lo vi torear, que lo he visto ya varias veces, me ha encantado, es un gran torero al que no le dieron esas oportunidades.
Nombras a Sergio Serrano, el cual sólo torea en la plaza de Albacete, y es un gran torero. Todas las ferias que lo he visto ha triunfado, y con faenas muy buenas.
En fin, como dices hay muchos más, y hay que hacer algo. Pero bueno, hay mucho sin vergüenza suelto...

Marcos Sanchidrián dijo...

Para empezar hay que conocer el escalafón, seguir a los toreros y ya si son capaces de verlos es la bomba. Este sistema de A, B y C, no deja espacio a la imaginación. Eso sí, cuando se les ponen algunos dan la campanada como Fandiño y Mora. Es cuestión de tiempo... y suerte. Lo importante es saber que hay toreros buenos.