Con el fin de la temporada española, empiezan a llegarnos noticias del otro lado del charco en el momento en el que comienza el curso americano. Parece que para afrontar la crisis, han decidido optar por la calidad antes que la cantidad. Por ello, se reducirá, como es obvio, el número de festejos, pero podrá vivirse un invierno interesante de carteles con toreros que tienen competencia directa, tanto españoles como americanos. Ya habrá tiempo de centrarse en este tema cuando comience la marabunta de festejos, pero lo que toca en este momento es analizar la temporada que acaba de concluir hace apenas unos días y que dan por finalizado el año taurino 2009 aunque faltan por celebrarse los festejos en Vistalegre.
Por cierto hablando Vistalegre, quien te ha visto y quien te ve… albergando conciertos y partidos de baloncesto cuando hace décadas fue el trampolín de todos los novilleros que querían triunfar en este mundo. Pero parece que taurodelta quiere recuperarla para la actividad taurina, veremos a ver si obtienen el resultado que desean. De momento, y antes de que salgan los carteles a la luz, tiene muy buena pinta.
En cuanto a los detalles de la temporada 2009, que es lo que nos interesa en este artículo, cabe destacar como uno de los triunfadores irreprochables ha Sebastián Castella ya que ha dado la cara en todos sus compromisos y ha logrado salir dos veces por la puerta grande de Madrid causando una grata impresión, algo desde luego nada fácil. Después de un año 2008 muy difícil y cuestionado, ha sabido atarse los machos para dar la vuelta a la tortilla y vaya si lo ha conseguido. Nada que reprochar al torero francés que ha logrado una de las faenas de su vida en la feria de otoño.
Caso aparte merece el análisis del año de Morante. Hasta agosto fue un año escandaloso, histórico pero la cornada en el Puerto y la posterior pocos días después de reaparecer le dejaron tocado y aunque siguió a un gran nivel ya nada fue igual. Pero sólo nos queda el recuerdo de la feria de abril que quedará en los anales de la historia y aquellas verónicas que quedarán para la eternidad. Ese compás, las muñecas rotas, riñones encajados, bueno que decir que no se haya dicho antes.
José Tomás siguió llenando todas las plazas y haciendo rentable las ferias en las que actúa ya que los abonos se vendían a granel. Además del hito de su encerrona en Barcelona, destaca que no haya recibido ninguna cornada. Así, le quita el argumento de sus detractores que se tendrán que inventar otro disparate para menospreciarle. El maestro a su ritmo, y para más INRI el próximo año puede ser el definitivo ya que vuelve a Madrid una o dos tardes y Sevilla está en el horizonte. Si Canorea y Valencia deciden dar al público lo que desea tendremos el primer gran acontecimiento del año.
También merece mención especial el correcto ejercicio de Perera, que, obviamente, sin comparar con el año pasado que será irrepetible, ha estado en la primera línea dando guerra. El Juli pasó de puntillas en San Isidro y la encerrona, in extremis, en Bilbao pero culminó una buena faena en Sevilla y sigue en plan maestro dando lecciones del puro ojedismo allá por donde va. Idolatrado en Francia, destaca su labor en Bayona.
El Fandi sigue premiando la cantidad aunque le ha llegado la inspiración en algún momento. Su evolución de un año para otro ha sido destacada pero no sé que margen de mejora tiene todavía el diestro.
El incomprendido e incomprensible Talavante aparece y desaparece como los ojos del Guadiana. Siempre hay que estar pendiente del diestro extremeño ya que cualquier día puede liarla como lo hizo en Sevilla que recordó a aquel chaval que se presentaba una tarde en Sevilla y formó un alboroto.
Manzanares continúa por sus fueros. Torero de grandes tardes, su empaque me emociona pero le queda dar el salto cualitativo que le consagre y le haga tirar del carro, pero no duden que está a punto de llegar.
Uno de los grandes se nos va sin que nadie pueda hacer nada. Luis Francisco Esplá acaba su larga trayectoria creando su obra maestra, la que todos sueñan hacer algún dia antes de marcharse. Él puedo hacerlo el último día, en su último toro. Ahí le esperaba Beato para hacerle ese regalo. El mejor guión, de la mejor película dirigido y protagonizado por uno de los más grandes. ¡Gracias maestro!
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