martes, 18 de enero de 2011

Rumore, rumore


El invierno es largo, larguísimo si somos aficionados a los toros. A finales de octubre acabó la temporada y hasta finales de febrero no empiezan a abrirse los toriles y a jugarse la liga del toreo que es lo que de verdad nos importa.
Cuatro largos meses de espera, que tienen que rellenarse con rupturas de apoderamientos más o menos amistosas, con contrataciones, con posibles carteles que solo hacen acrecentar el ansia porque empiece el nuevo año taurino.
Pero el problema es cuando lo que queremos consumir o vender es el rumor fácil, el que no está contrastado, el que es solo una pequeña posibilidad. El ejemplo más cercano es el de la prensa deportiva que es experta en vender humo durante los meses estivales. El periodismo taurino todavía no había llegado a eso y parece que estamos abriendo la vereda.
A veces, podemos confundir el consumo de ese periodismo de cloaca, experto en vender algo que nunca sucederá o que simplemente avanza los carteles del festival de Villamelones, con las ansias por saber más de lo que será la nueva temporada. Esa diferenciación es peligrosa ya que en cualquier momento se puede caer en la tentación del todo vale si es de toros, y eso si que no puede ser.
Con la casi confirmación del cartel del Domingo de Resurrección de Sevilla con Morante, El Juli y Manzanares con toros de Daniel Ruiz, se va viendo el final a este largo invierno por el que ha planeado la sombra de la crisis, las reuniones de las que no se saca nada en claro (solo la foto), pero también por proyectos tan ilusionantes como #futurotaurino.

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