lunes, 26 de marzo de 2012

Un trofeo que recupera su valor


Arranca la temporada, y con ella la tercera legislatura de Taurodelta con casi todo el apoyo de la patronal empresarial. Peligro. Asunto complicado cuando la competencia es tu confidente, sino que se lo digan a los  políticos cuando dominan con mayoría absoluta. El pan de cada día. Cartel de ilusión para abrir boca, con las dos revelaciones de la temporada pasada, las promesas con las que se renovará el escalafón de matadores.

Dos vueltas al ruedo, tras peticiones inconcebibles, se llevaron Sergio Flores y Fernando Adrián. Demasiado compadreo en los tendidos que copaban casi un tercio que, para cómo está la situación, no es mala noticia. El buen criterio del presidente elevó el trofeo de la vuelta al sitio que nunca debió perder.

El mexicano, que inauguró la temporada venteña, estuvo firme ante su primero. Fue ayudando a un ejemplar justo de fuerza pero de noble condición. El novillo acometía al trote, un ritmo que causa emoción porque tardaba varios instantes en terminar el muletazo. El problema fue la falta de ligazón, demasiada pausa entre cada derechazo, no  terminaron de caldear al tendido. En el ambiente se quedó que podía haber pasado algo más. La impotencia tras la negativa de la oreja, provocó las lágrimas de Sergio Flores. En el que cerró su lote, lo intentó todo. Se apagó pronto tras comenzar con brío. Faena larga pues le sonó el aviso antes de entrar a matar. En San Isidro tendrá otra oportunidad. Hay torero.

Fernando Adrián pechó con un complicado tercero. Típico del encaste nuñez, costó centrarlo en los primeros tercios, pues se colaba con peligro por el pitón derecho. Una buena dosis de temple al comienzo de la faena de muleta lo solucionó. Cuando parecía que había embarcado el toro por el pitón conflictivo, tapándolo, sin quitarle la muleta del hocico, se echó la muleta a la mano izquierda y murió la faena. Con el que cerró la tarde fue con el que conectó con el público al venirse arriba tras dos ajustadísimos faroles. La clase y nobleza del novillo ayudaron a que se mostrara solvente, pero con muchas carencias. Su colocación en los muletazos le quita estética al momento. Tiempo al tiempo, es época de corregir. Lo fundamental son las sensaciones que transmite.

Tulio Salguero está poco placeado y se nota. Además, evidenció falta de conocimiento al estar mal colocado en varios momentos de la lidia de sus compañeros. Tuvo en suerte al mejor de la tarde, el quinto, con un tranco más que sus hermanos. Tras un ovacionado comienzo con cambiados por la espalda, la faena se fue diluyendo. Hay más en lo que se intuye que en su propio toreo, demasiado despegado y por fuera. De pillos, aprovechó la ovación que se llevó su novillo para apuntarse un tanto propio. Salió a saludar, mientras aumentaban las protestas.

Novilleros demasiado planos, con un concepto muy parecido. Sin más sobresaltos que el de estar por encima de sus respectivos lotes. Como si de matadores cuajados se tratara. Se echa de menos esa ambición del que no tiene nada que perder, el que tira la moneda, el que se sube encima si hiciera falta. Pero qué más da, si los tendidos se copan de un público light, como el toro de hoy, que apenas protesta y canta lo que pocos ven. La temporada ya está aquí, mas solo puede continuar.

Las Ventas. Un tercio. Novillos de Carmen Segovia. Bien presentados, flojos y nobles. Destacó 1º y 5º.

- Sergio Flores (Malva y oro): Vuelta tras petición y silencio
- Tulio Salguero (Azul marino y oro) Silencio y división
- Fernando Adrián (Caña y oro) Palmas y vuelta tras petición.

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