“Se suspende, hace mucho
frío para torear.” Es lo que se escuchaba una hora antes de comenzar el festejo
cuando apenas se habían vendido 20 entradas. Por todos los medios querían
suspender la encerrona anunciada a bombo y platillo, que tenía por objetivo
relanzar la carrera de Sánchez Vara. Pero ni se suspendió, ni se consiguió lo
que se buscaba.
La corrida concurso en
tierra del toro con mayúsculas era la combinación perfecta para una gran tarde.
Pero poco a poco se fue viniendo abajo, hasta diluirse en el olvido. Sánchez
Vara buscó lucir en el caballo a sus primeros toros, pero por culpa de la incompetencia
de los picadores terminó siendo una corrida más. Mención aparte merece la
presidencia, quizá comisionada por parte de alguien para que tuviera el pañuelo
fácil. Mala combinación ser empresario y apoderado en la misma plaza.
El Miura que abrió la tarde
tuvo un comportamiento extraño desde la salida. Rebrincado, su movimiento era
más semejante al del cabestro que al toro de lidia. Tras tres puyazos en los
que el toro cumplió sin más, Sánchez Vara completó una labor deslucida paseando
al toro de acá para allá sin ajuste ni concierto. Tampoco merecía más el de la
A con asas.
El toro de Palha honró la
tarde. Precioso, sin exageraciones pero con el trapío propio de su procedencia,
aunque sorprendente su capa colorada, poco usual en la vacada portuguesa.
Ofreció un buen tercio de varas, que si no fue mejor, fue por culpa del
picador, malo de verdad. Iba con alegría, trotando desde la otra punta del
ruedo. Hasta 3 veces tomó el hierro, pero como el picador no sabía lo que era
el regatón no lo utilizó cuando entró una cuarta vez. Increíble pero cierto, e
incluso insulto a los allí presentes cuando se retiraba. La bravura de Godello
dejó en evidencia al torero, que no supo poderle cuando pedía distancia y la
mano muy baja. Pero aún así, dos orejas pese a que casi nadie las pidió. El
presidente no sacó el pañuelo azul para conceder la vuelta al ruedo al toro
(fue a sacar el blanco, quedando en evidencia), pero la insistencia del público
hizo justicia.
En tercer lugar salió por
chiqueros un torazo de Guardiola. Con mucha leña por delante, estaba bien
rematado. Pero eso fue lo único, por dentro estaba vacío. Su presencia causó el
pánico en los primeros tercio, pero al llegar a la muleta se paró, creando
problemas al diestro alcarreño. Abrevió y pasó un quinario para entrar a matar
y pasar esos pitones.
Otro hierro portugués, en este
caso el de Murteira Grave era para llevárselo a casa. Un castaño precioso de
hechuras, cuajado, bien armado, hondo, con mucha caja. De los que tendrían que
embestir. Pero ya se sabe que en los toros suelen romper todas las normas
porque se vino abajo muy pronto. Se paró y no quiso pasar, ni para dejar la
estocada.
Deslucido fue el quinto de
Dolores Aguirre. Avacado, cornivuelto, bajaba con respecto al conjunto de la
corrida junto al de Miura. De mala condición, solo tragaba de uno en uno ya que
se quedaba muy corto.
Cerró el concurso el santacoloma
de Rehuelga que, sin exageraciones, era un tío. A veces no hace falta ser tan
destartalado, como el caso del de Guardiola, para mostrar seriedad. Fue el más
noble de la tarde, con clase pero rajado. Tenía un tranco lento por lo que se
templaba la embestidad, llegando a los tendidos. Aquí llegaron los mejores momentos
de Sánchez Vara, que le robó muletazos más que dárselos. Otras dos orejas muy
cuestionables.
Cenicientos. Toros de Miura, Palha (Golleto nº18 colorao premiado con la vuelta al ruedo, ganador del concurso), Guardiola, Murteira Grave, Dolores Aguirre, Rehuelga.
- Sánchez Vara (Tabaco y oro) Silencio, dos orejas, silencio, silencio, silencio y dos orejas.
2 comentarios:
¿Una pregunta quien del escalafon se encierra con estos 6 toros? tu sabes como yo que nadie, lo que es Sanchez Vara como torero lo sabemos todo un par de cojones enormes con ojos, pero si el unico que demuestra ser torero por encverrarse con toros estoy de acuerdo en señalar sus limitaciones, pero no juzgarlo por elmismo rasero que se juzga a los que no han visto , ni veran, ni siquiera soñaran porque no se lo imaginan un toro como estos.
ES QUE NOS TIRAMOS PIEDRAS CONTRA NUESTRO PROPIO TEJADO ¡¡¡LECHES!!!
En un primer momento se valora la gesta como algo increible, pero después hay q analizar lo que allí sucedió, sin menospreciar a nadie, sin faltar el respeto. Es un gesto a tener en cuenta, por supuesto, porque nadie hará algo así.
Por cierto, hay que pedir permiso cuando se publica algo que no es tuyo en un blog, es de agradecer.
Un saludo
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