miércoles, 25 de mayo de 2011

Arrestado, un toro de bandera


Un francés confirmó la alternativa a un mexicano en presencia de un español. Podría parecer el comienzo de un chiste malo, pero fue un ejemplo de la globalidad de la Fiesta que no es solo Nacional, sino que es Internacional. Sí, la Fiesta Internacional. Ese debería ser el nombre con la que deberíamos llamar a la fiesta de los toros. Otra forma de venderlo, una nueva manera de marketing que dejaría atrás valores casposos con lo que mucha gente nos asemeja. Porque los toros no es solo España, sino que es Francia, Portugal, México, Ecuador, Colombia, Perú…

Francia, representada por Sebastián Castella tuvo la suerte de sortear a “Arrestado”, un toro de bandera. Y fue así por su duración, por su calidad por el pitón derecho y por su embestida insaciable profunda y larga. Desde salida, demostró que podía ser porque fue el único que se dejó torear con el capote. Castella lo toreó por abajo, rodilla en tierra, enseñándole a embestir. Lo llevo a los medios y remató de media. Uno de sus pocos defectos fue que salió suelto del caballo, como toda la corrida. Lo enceló rápido con la muleta, llevándoselo a los medios poco a poco, muy por abajo y medido. Y cuando llegó al mismo platillo empezó a dar muletazos donde se descubrió el fondo de “Arrestado”. Y tanda tras tanda, a cada cual mas honda y larga, solo se vio mermada cuando se cambió a la izquierda, donde el toro tenía menos calidad y salían los pases mas enganchados. Pero también fueron sus pases de pecho hasta la hombrera contraria, fueron pases del desprecio, de las flores, cambios de mano, que compusieron una faena variada y vistosa. Una estocada en los medios le valieron una oreja. La otra se fue con el toro al desolladero, la faena fue muy larga y restó emoción. Un toro para encumbrarse. Al presidente se le olvidó el pañuelo azul, pero la ovación en el arrastre fue atronadora.

De México vino Joselito Adame. Al tercer año fue la vencida, porque no pudo confirmar hace dos años por un percance y el año pasado no estuvo anunciado. Y no dejó mal sabor de boca, como sus compatriotas que le precedieron en esta feria tan plural. Con el de la confirmación anduvo muy valiente después de tropezarse con los cuartos traseros y ligar dos tandas sin estoque realmente buenas. Nos hizo soñar el charro por unos instantes, que fueron realmente bellos. Con el sexto también se entendió bien. Aguantó varios parones entre los pitones y levantó al público con varios cambiados por la espalda. Un mexicano por el que apostar.

Español y de Extremadura. Miguel Ángel Perera parece que ha perdido el sitio. Pese estar muy dispuesto toda la tarde, se echó muy pronto encima de su lote. Además cuando intentó torear largo, se quedaba fuera de sitio entre pase y pase constantemente, cosa que nunca le pasaba. A lo mejor que tuviera al público en contra, no sé por qué después de lo firme que estuvo la pasada tarde, le pudo afectar. A su primero lo despachó con un bajonazo y el quinto no quería saber nada de él, incluso se echó después de un pinchazo infame.

La corrida de Alcurrucén estuvo correcta de presentación y de juego desigual con ese segundo que fue para comprarse un cortijo y salir en figura, serio candidato a toro de la feria.

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