viernes, 18 de mayo de 2012

Lo que no entiende la técnica

Foto: Sara Hernández

Los sentimientos van más allá de la técnica. Es aquello que te pone los pelos de punta, que te llenan de lágrimas los ojos, lo que te arranca el olé. Porque producir arte, producir algo bello no tiene por qué entenderlo todo el mundo. Solo el tiempo, la historia, marcará la grandeza de nuestro tiempo. Aunque más de uno cierre los ojos y quiera que te cruces al abismo de lo que no son capaces de entender.
Foto: Sara Hernández


Algo que va más allá de la técnica es el coraje que le puso Sebastián Castella al aguantar en la plaza con una cornada en la ingle desde el primer muletazo al toro que abrió el festejo, porque aunque muchos no lo crean, estos toros también hacen daño. Y tiró de amor propio para sacar los momentos más brillantes de la tarde mientras su taleguilla iba tiñéndose de sangre. No le importó jugarse la pierna en una de sus tardes más cruciales, su futuro y crédito estaban en ello. El peligro fue latente durante toda la faena por lo que transmitió a los tendidos. Un estoconazo valió para pasear una oreja. Con el cuarto se pasó de faena, ante un flojo y mansurrón que tenía guasa, pues le buscaba a la salida de cada muletazo. Con su muerte, se retiró a la enfermería para ser operado. Detalle de grandeza.

Foto: @RociFresnos
Solo entiende de emoción y sentimientos un muletazo largo, hondo, enroscándose al toro casi 360 grados. ¿Acaso no cargaba la suerte? ¿O no adelantaba la pierna? Si retrasas la pierna, pero cargas todo el peso de tu cuerpo en esa pierna, ¿No es cargar la suerte?, ¿No se convierte el muletazo en eterno?, ¿No hay que tener más valor para ejecutar un muletazo en el que el toro recorre todo tu cuerpo, que en otro que solo pasa por ahí? Pero es lógico, no todo el mundo puede comprenderlo ni emocionarse con lo mismo. Lo que es intolerable es que intenten interferir en una faena hasta reventarla. Tanto fue así, que tras dos tandas de ensueño fue tal la intransigencia que le afectó psicológicamente, estando más pendiente de esas cosas que del toreo. Trabajo cumplido el de los saboteadores de figuras. Con el quinto echó en cara a los que tanto le criticaban que también sabe hacer eso que tanto critican. Se puso como un jabato jugándosela con un desagradecido que le buscaba cuando ligaba más de tres muletazos. De hecho, esquivó dos cornadas que iban directas a los muslos. Y aún sabiéndolo, siguió exprimiendo lo poco que tenía el burel. El día que vuelva a poner la plaza boca abajo los olés ganarán terreno a las protestas, pero también es taurino que haya división de opiniones y pasión en los tendidos. Es síntoma de que la fiesta está viva.
Foto: Sara Hernández


Pero tampoco entiende de cánones el sentimiento de un torero en un día tan jodido. Alejandro Talavante tuvo que pelear y dar la cara en una de sus tardes más duras. Pero toreó a gusto con el capote, variado pues las gaoneras, delantales, chicuelinas y toreros remates salpicaron toda su actuación. Con la franela sacó a relucir los cambios de mano marca de la casa, pero los toros deslucían su creación. O ese inicio de faena de regusto, combinando los estatuarios con ayudados por bajo. El sexto, reventado en varas, se desinfló tras un primer puyazo demoledor. Se paró y acortó distancias de manera dramática. No quiso perder la pelea ni dar un paso atrás.

Foto: Sara Hernández
Y qué decir de esa cuadrilla… Eso es un monumento por sí solo. Ya no hace falta un capotazo para colocar al toro en suerte. Simplemente un movimiento de izquierda a derecha de Curro Javier para dejarle colocado y Trujillo pueda poner un par monumental. Cada día, aumentan su leyenda.

Aunque quieran, aunque hoy lo hayan conseguido, nunca podrán reventar el arte, la emoción y los sentimientos. La intransigencia de hoy quedará en evidencia mañana. Tiempo al tiempo.

Madrid. “No hay billetes”. Toros de Victoriano del Río. Justos de presentación. Flojos y mansos. Con peligro sordo 1º, 4º y 5º.

- Sebastián Castella (Lila y oro) Oreja tras aviso y silencio tras aviso
- Jose María Manzanares (Purísima y oro) Ovación en ambos
- Alejandro Talavante (Negro y plata) Palmas y ovación tras aviso

3 comentarios:

67quijote dijo...

ole, que acertado has estado, veo que vimos la misma corrida. Gracias.

Anónimo dijo...

Querido amigo:

Ayer Manzanares descargaba la suerte, escondiendo la pierna y aliviandose. A veces cuando el toro pasaba el hacia que pasara la muleta como acompañandolo. Y eso no es torear, acompañar no es torear. Torear es mandar al toro...

Un saludo

Diego Cervera Garcia dijo...

Marcos:
No puedo jugar ni valorar la tarde de ayer puesto de que no la vi.(ya tendré ocasión de verla repetida)
La noticia de que Castella aguantase toda la tarde en el ruedo es admirable, muy digno de respetar, de mucha vergüenza torera...
Un abrazo