lunes, 8 de noviembre de 2010

Creía que Mexico era diferente...


Rozaban ya las dos de la mañana en España cuando el fracaso y el fraude sobrevolaban la Plaza México en la inauguración de la Temporada Grande. El público estaba crispado, sentía que les habían engañado. La presencia del ganado fue deplorable, algo indigno para la plaza más grande del mundo y para un cartel de figuras.
Es una pena. Con el numerado agotado, la plaza casi a reventar, gran ambiente de toros en los tendidos, juventud y alegría por ver una tarde con figuras resultó un auténtico fracaso. Creía que en Mexico esto no se estilaba todavía, pero está visto que esto está podrido por culpa de quienes lo dirigen. Esperemos que la siguiente no sea Francia...
Habrá que señalar al culpable de este escándalo. En esta época donde las figuras cuidan hasta el más mínimo detalle de presencia, que saliera esa corrida de San José huele a algo raro.
Toros que parecían vacas, sin cuernos, anovillados, sin clase, ni motor, ausentes de espectáculo. Pero surgió la vergüenza torera de dos mexicanos.
Cuando parecía que la tarde mexicana se iba al traste, Zotoluco y Payo regalaron sendos sobreros. Nadie creía en que aquello iba a mejorar.
Cambiaron las ganaderías y el espectáculo mejoró considerablemente. El séptimo fue de Jorge María, un toro bravo al que debieron premiar con el arrastre lento. El comienzo de faena fue algo peor, muy populista y desde la lejanía. Pero la segunda parte mejoró, dio dos tandas que levantaron al publico de sus asientos pero siempre sin arrimarse. El traje perfectamente podría ponérselo para otra corrida sin lavarlo porque no se lo machó. Una estocada entera, pero trasera le valieron la primera oreja de la Temporada Grande.
El último de la tarde, de Santa María de Xalpa, ya con noche cerrada y frio polar en la capital. Fue un toro con mucho motor, muy espectacular. Esto unido a que recibió poco castigo, hizo que llegara muy fuerte a la muleta. Se quería comer los vuelos de la franela. El público estaba en pie entre pases cambiados y circulares hasta que el toro le prendió por la corva, y cayó de manera muy fea. En el suelo se revolvió y el pitón penetró en la axila. Creíamos que iba herido, aquello no tenia buena pinta.
Se lo llevaron en volandas y se vivieron momentos de mucha tensión. No se sabía nada de lo que había ocurrido. Pero cinco minutos después se abrió la puerta de la enfermería y salió El Payo sin chaquetilla, ni corbatín. Un ejemplo de garra y de querer ser figura. Totalmente mareado cogió la muleta y se fue a los medios. Comenzó con un pase cambiado, el público a su favor vivió esos momentos con pasión. Sin duda una heroicidad premiada con dos orejas.
Octavio Gracia quiere ser torero, en España este año no ha contado demasiado para las empresas, por lo que tiene que darlo todo si quiere ser figura en su país.
Completó el cartel Enrique Ponce, quizá el culpable de la catástrofe del ganado ya que es posible que su equipo eligiera esa ganadería y sus veedores seleccionaran con “mimo” esos toros… En su primero de su lote emborronó su labor con la espada y en su segundo estuvo 15 interminables minutos enseñando a embestir al descastado animal. Por algún momento lo consiguió, pero sin toros es imposible que esto dure mucho tiempo.

3 comentarios:

reneerivera dijo...

Sr. Marcos Sanchidrián. no creía usted erroneamente... era diferente sí, pero desde que la plaza México quedó en manos no solo ajenas al taurinismo, sino monumentalmente ineptas, resulta vergonzante lo que ahi sucede. tresx matadores en el caetel, para 6 novillos 6 y...manipulados además... es incomprensible desde cualquier punto de vista, que quienes ponesn el dinero, sigan confiando en euien está al frente.

reneerivera dijo...

Sr. Marcos Sanchidrián. no creía usted erroneamente...era diferente sí, pero desde que la plaza México quedó en manos no solo ajenas al taurinismo, sino monumentalmente ineptas, resulta vergonzante lo que ahi sucede, tres matadores, para 6 novillos 6 y...manipulados además...resulta incomprensible desde cualquier punto de vista, que quienes ponen el dinero sigan confiando en quien Manolo Martínez colocó como empleado.

Marcos Sanchidrián dijo...

Es una pena que la plaza mas grande del mundo tenga a esos canallas que intentan frustrar las espectativas de los aficionados...