viernes, 7 de octubre de 2016

Pontevedra, último bastión de la Galicia taurina

Ambientazo en la plaza de toros de Pontevedra
'Nunca fueron los santiagueses, esta es la verdad, muy aficionados al espectáculo taurino (...) Pero sin embargo, el hecho cierto es que de cuando en cuando se construye una plaza de toros en Santiago; con extraordinaria solemnidad se celebran en ella varias corridas y al poco tiempo desaparece, tímida, silenciosamente'. A pesar de los comentarios del crítico Areva en El Ruedo en el que tacha de falta de afición en 1933, Galicia llegó a tener abiertas más de diez plazas de toros en una misma temporada con una salud envidiable: Galicia fue históricamente una tierra próspera para el toreo.

Aunque se intente ocultar con movimientos políticos y de grupos de presión anti, la comunidad de las Rias Baixas ha sido importante para el toreo porque en sus ruedos se han vivido momentos importantes como por ejemplo la alternativa de Luis Miguel Dominguín en La Coruña de manos de Domingo Ortega y en presencia de Domingo Dominguín en 1944 o tardes memorables de la flor y nata del toreo en los más de 100 años de vida del coso de San Roque pontevedrés. La mejor noticia es la buena salud con la que goza Pontevedra que desde hace más de tres décadas es gestionada por la familia Lozano que apostó por primar la calidad antes que la cantidad.

Pontevedra ha quedado como el último bastión taurino en una maltrecha Galicia que observó impertérrita Feria de María Pita de La Coruña en su edición de 2014. Una decisión que, esperemos sea temporal, de momento la deja con una representación casi simbólica en lo que a lo taurino se refiere. Por contraste, la de La Peregrina es una feria que goza de una gran salud tanto de calidad en el ruedo como por la presencia de aficionados en los tendidos.
como se suspendió contra todo pronóstico la

La vida taurina de La Coruña tornó un giro radical cuando se tomó la decisión en los años 70 de derribar su plaza de toros. Más de dos décadas de vacío taurino que se intentó recuperar a partir 1991 cuando se inauguró el coso multiusos que tiene vigencia en la actualidad. Su gestión, con varios cambios de empresa en pocos años que dista del equilibrio de Pontevedra, no ayudó para devolver la brillantez a una ciudad de su categoría.

La historia taurina de Galicia no fue siempre a imagen y semejanza de esta temporada. La gallega fue una tierra donde se celebraron espectáculos taurinos importantes en cuanto a calidad y cantidad pero un alejamiento continuado del toreo de su sociedad y los movimientos extrataurinos provocaron la llegada a esta compleja situación. Ahí están los ejemplos de ruedos como el de Ferrol, una plaza con capacidad para 6000 personas, o Monforte de Lemos que llegó a albergar a 7500 espectadores.

Poco a poco cosos como Santiago de Compostela, Ferrol (inaugurada en 1935), Orense, Vigo, Ribadeo, Betanzos, Noia, Vilagracia o Viveiro, que celebraron no hace tanto festejos en cosos fijos y portátiles, fueron cerrando sus puertas. Tomando como referencia una fecha reciente, el año del efecto 2000, Galicia celebró 12 festejos taurinos (por provincias: La Coruña, 6; Pontevedra, 4; Lugo, 2; y Orense, 1) mientras que solo 14 años después quedará en la simbólica cantidad de 4, todos ellos en la Feria de La Peregrina de Pontevedra.

Alfonso Cela 'Celita'
Con la situación catalana como telón de fondo, tanto las decisiones de la casta política como maquinaria Anselmi, que nunca ha dejado trabajar en esta comunidad, han ido minando la moral pero con la diferencia de tener a Pontevedra como bastión de referencia. La nómina de toreros y ganaderías oriundas tampoco han sido relevantes como para forjar a aficionados. Tan solo el lucense Alfonso Cela 'Celita' fue matador de toros, de ahí que surgiera el dicho de que 'Galicia es tierra de un millón de vacas pero de un solo torero'. Aunque no podemos olvidar que toreros como Iván Fandiño y el novillero Luis Gerpe mantienen una estrecha relación con la tierra del Albariño ya que parte de sus familias provienen de allí.

El toreo no se puede permitir el capricho de perder para siempre el Coliseo de La Coruña ya que junto a Pontevedra deben levantarse como los feudos taurinos en una Galicia que temporada a temporada fue destaurinizándose. Volver a ponerla en marcha debe ser un reto para los próximos años, por el bien de su afición y de la tauromaquia.

Primer reportaje de la serie 'Lo que perdió el norte' publicado en Mundotoro. 

No hay comentarios: